PELÍCULA: La Voz Dormida.
Esta película es muy recomendable, aunque no tengas preferencia por la historia es bastante impactante sobre todo en algunas escenas que son duras de ver, pero son una gran verdad sobre lo que en los tiempos posguerra sucedía.
Se puede vivir la angustia que se vivía, la película está rodada en la cárcel de mujeres de las ventas de Madrid.
Los protagonistas viven duros maltratos intentando mostrar verdaderamente lo que ocurría, los fusilamientos y la manera en que lo hacían eran aun más impactantes que todo lo demás.
En esta película se ve como Franco "El caudillo" mandaba sobre España y como a la gente que le hacia frente o eran rojos eran mandados a fusilar. Desde el principio se ve la angustia que se vivía, cuando escuchaban sus nombres, los tiros del fusilamiento y el tiro final, como te avisaban que serías fusilado y los maltratos que se hacían solo para que la gente le diese la razón, quien no le dijese lo que quería escuchar sufría torturas por parte de mandados de Franco.
Entre los personajes, los mas destacados son: El chaqueta negra, El Cordobés, Pepita y Hortensia, los cuales estaban juntos, Hortensia y el Cordobés iban a tener una niña, pero a Hortensia tras muchos juicios le anunciaron que moriría después de dar a luz a la niña que viniera, El Cordobés fue torturado y murió finalmente, la niña que llamaron Hortensia también fue entregada a Pepita hermana de Hortensia, con la que vivió algunos años, El chaqueta negra fue condenado a varios años de cárcel pero luego salió y vivió junto a Pepita en Córdoba de donde ella procedía, su sobrina Hortensia se quedó viviendo en Madrid para seguir llevándole flores a la madre a su tumba.
En mi opinión, es una película que sinceramente no es agradable de ver pero merece la pena verla y saber un poco más de la historia española y el por qué temen las personas mayores de nuestro alrededor que ocurra algo como aquello que España vivió algún día.
jueves, 5 de mayo de 2016
miércoles, 4 de mayo de 2016
Generación del 27: Rafael Alberti
GENERACIÓN DEL 27: Rafael Alberti
Puerto de Santa María, 1902-1999, poeta español perteneciente a la Generación del 27. Sus padres pertenecían a familias de origen italiano. Las frecuentes ausencias del padre por razones de trabajo le permitieron crecer libre de toda tutela, correteando por las dunas y las salinas a orillas del mar en compañía de su fiel perra Centella. Una infancia despreocupada, abierta al sol y a la luz, que se ensombrecerá cuando tenga que ingresar en el colegio San Luis Gonzaga de El Puerto, dirigido por los jesuitas de una forma estrictamente tradicional.
Ante el cadáver de su padre, Alberti escribió sus primeros versos. Obligado a un reposo en un pequeño hotel de la sierra de Guadarrama comenzó a trabajar en lo que luego será su primer libro, Marinero en tierra.
La obra de Alberti se caracteriza por el empleo frecuente de recursos de la poesía popular y del folclore (anáforas, paralelismos, etc.); el humorismo, incluso en poemas de temas amoroso o ideológico; y el empleo de los colores y de las imágenes de carácter visual, fruto de su faceta de pintor. No obstante, hay un tema que resalta sobre todos los demás: el mar, su mar del sur, su mar de Cádiz.
En la poesía de Alberti hay que distinguir las siguientes etapas:
- La neopopularista —Marinero en tierra, La Amante, El alba del alhelí—, inspirada en nuestro cancionero tradicional y en el folclore andaluz.
- La neogongorina y vanguardista —Cal y canto—, propia del entusiasmo de su generación por el autor de las Soledades, de quien hace una paráfrasis.
- La surrealista: Sobre los ángeles. El surrealismo de Alberti parece más fruto de una deliberada actitud mimética que de una honda convicción interior. Los ángeles y demonios de Alberti resultan «literarios». El verso libre es indeciso, como producto de una nueva experimentación del poeta, que no logra en él la maestría formal mostrada en los metros, populares o cultos, antes cultivados.
- La política: A partir de este momento y a través de Elegía cívica, Alberti desemboca en la poesía política, que cultivará hasta el final, aunque con frecuentes retornos a la «poesía burguesa», que repudió en 1931.Alberti ha escrito bastantes de los mejores poemas que salieron jamás de su pluma: El poeta en la calle (1931-1935), De un momento a otro (1934-1939), 13 banderas y 48 estrellas (1935) Entre el clavel y la espada (1939-1940).
- La del exilio: Alberti vuelve a cantar al mar y a la patria, al mundo infantil en un tono más barroco. Pleamar, Oda Marina, etc.
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